“Fue algo nunca visto”: Jesús ‘Kiko’ Barrios, el juniorista que marcó gol en el Maracaná
El exdelantero del cuadro rojiblanco recordó aquella noche en que los ‘tiburones’ jugaron contra Flamengo.
Jesús Barrios, por aquellas épocas un delantero longilíneo, de piel morena y un corto peinado tipo afro, nunca olvidará aquella tarde de hace 33 años, en la que por primera vez en su vida al llegar a un estadio, tuvo que utilizar un ascensor para dirigirse a algún punto en el interior del mismo.
Supuso que no era de extrañarse, después de todo estaba en las entrañas del coloso de colosos, del gigante de los gigantes, ‘o maior estadio do mundo’ como bien lo bautizaron sus hinchas: el Estadio Jornalista Mário Filho, conocido simplemente como el Maracaná de Río de Janeiro.
Aquel día, el 10 de mayo de 1984, fue recibido con alborozo por parte de ‘Kiko’, como apodaban al jugador valduparense, que en esas fechas integraba la nómina de unos de los mejores equipos de Junior en todos los tiempos.
De aquel equipo formaban parte nombres como Dulio Miranda, Edgardo Bauza, Pedro Blanco, Ómar Alfredo Galván, Esteban Pogany, Carlos Ischia, Mario Coll, Didí Valderrama, Amín Bolívar y Óscar Bolaños, entre otros, quienes soñaban con una buena figuración en la Copa Libertadores de ese año.
Por ello no es casualidad que apenas unos días antes vinieran de aplicarle una escandalosa derrota al encopetado Santos, ese mismo elenco donde jugó e hizo leyenda ‘O rei’ Pelé.
“Fue una experiencia linda, chévere. En primer lugar jugamos con Santos y ganamos 3-0 allá, con goles de Didí Valderrama y Amín Bolívar. Eso nos llenó de mucha confianza y nos hizo sentir que teníamos cómo responder ante el Flamengo, que era la base de la selección de Brasil, en aquellos años”, recordó a Zona Cero ‘Kiko’ Barrios.
Jesús, ahora retirado, dedicado a la vida de entrenador y que justamente respondió el llamado de esta casa periodística en el receso de una capacitación, al hablarle del partido supo justamente cuál era el recuerdo que se quería revivir a horas del crucial duelo de semifinales de la Copa Sudamericana.
“He sido el segundo colombiano en marcar un gol en el Maracaná”, dijo con la mezcla perfecta entre orgullo, humildad y nostalgia al otro lado de la línea telefónica. “Lo hice jugando con Junior”, agregó. Aunque en realidad fue el cuarto, tras Orlando Mesa y Jorge Gallego en 1969.
Conociendo el ‘Gigante’ de Río
La historia cuenta que el primer colombiano en marcar gol en el Maracaná había sido el cienaguero Javier Manjarrés, en la estruendosa derrota de la Selección Colombia 7-1 ante su similar de Brasil, el 27 de diciembre de 1959. Gol recordado no solo por ser el primero de un nacional allí, sino por la potencia que empleó el atacante en el tiro, pues literalmente rompió las redes al meterse al arco.
Luego de eso, llegó la anotación de 'Gallegol' y de Mesa en la paliza de los brasileños 6-2, en las eliminatorias al Mundial de México 1970. El gol de Gallego es recordado por su gran factura, un tremendo tanto de chilena que hizo delirar a los asistentes a las gradas del Maracaná, que fueron a ver al combinado de Pelé, Rivelino, Jairzinho, Tostao, Carlos Alberto y Gerson, para terminar celebrando con el gol del nacional.
Luego de eso, debieron pasar 25 años para que otro colombiano volviera a marcar gol en ese estadio. Y oportunidades no faltaron: días antes el América de Cali se había presentado en el mismo estadio y había sido derrotado 4-2, los dos tantos escarlatas fueron obra del peruano César Cueto.
Por ello, llegar a la catedral del fútbol en Brasil fue un impacto fuerte para los futbolistas de Junior, acostumbrados a jugar en el Romelio Martínez, mucho más pequeño en proporciones y modesto en infraestructura.
“Fue algo que nunca habíamos visto. Entrar a un mítico estadio, que en esa época era el más grande del mundo, era una cosa novedosa. Ese estadio tenía ascensor, recuerdo que a donde íbamos lo tomábamos, los camerinos tenían una cancha alterna para jugar fútbol-7, allí hicimos el calentamiento, y donde uno se bañaba había una tina con agua caliente para que tomaras el baño con agua tibia si querías. Fue algo extraordinario”, describió Barrios.
Del banco vino el gol
Esa noche de mayo, el técnico argentino José Varacka saltó al campo de juego con lo mejor de lo que disponía, bueno con casi todo: a ‘Kiko’ lo mandó para el banquillo. No por falta de confianza en sus capacidades, sino porque equipo que gana no se toca y ante Santos, unos días antes, Jesús no había jugado.
“Yo estaba suspendido y no pude jugar el partido en Sao Paulo ante el Santos. Tenía una fecha de sanción y la tuve que cumplir allá en Brasil. Luego de eso pude jugar ante el Flamengo, entrando en el segundo tiempo”, explicó.
Sea como fuere, Junior saltó al mítico terreno de juego con Esteban Pogany, Óscar Bolaño, Luis Grau, Edgardo Bauza, Pedro Blanco; Carlos Ischia, Ómar Galván, Mario Coll, William Knight, Didí Valderrama y Amín Bolívar.
Por otro lado, el ‘mengao’ jugó ese día con Ubaldo Fillol; Leandro, Figueiredo, Mozer, Júnior; Bigu, Élder, Adilio, Lico; Lúcio y Edmar. Un equipo temible, teniendo en cuenta que Fillol ya había sido campeón del mundo con Argentina en 1978, y aún hoy Júnior es considerado como uno de los mejores laterales de todos los tiempos.
“Fue un partido abierto, donde nosotros no teníamos nada qué perder, pero mucho qué ganar, como se hizo en Sao Paulo con el Santos”, explicó Barrios sobre cómo se tornó el partido.
Y la verdad sea dicha, Junior dio pelea por un buen rato a sus rivales brasileños. No fue sino hasta los 44 minutos que Edmar logró romper con un tiro de media distancia el candado instaurado en defensa por los argentinos Pogany y Bauza y los colombianos Grau, Blanco y Bolaños.
Sin más qué decir, el central de la contienda, Juan Daniel Cardellino, de Uruguay, señaló el final de las acciones ante apenas 3.859 aficionados cariocas que se acercaron, confiados de una victoria al Maracaná. La falta de gente en las gradas, solo hacía verlo más grande.
Se le coló al campeón del mundo
Varacka, al verse metido en tal aprieto, para la segunda mitad se la jugó de entrada y mandó al campo de juego a ‘Kiko’ para que reemplazara a Knight, de un partido un poco discreto. Los frutos vinieron en pocos instantes.
Por la banda izquierda, Junior hizo una serie de combinaciones entre Pedro Blanco y Didí Valderrama, para que este último se robase la línea de fondo y colocara un pase al primer palo, a donde llegó el delantero para emparejar las acciones, y de paso convertirse en el segundo colombiano en marcar en ese estadio, al minuto 48 del partido.
“Fue el 1-1, en una jugada desde la izquierda, ya han pasado muchos años, pero recuerdo que el centro fue de Didí y me anticipé a uno de los defensas, a Mozer, y con pierna derecha me adelanté al arquero de ellos, que en ese momento era el argentino Fillol, que había sido campeón del mundo”, describió.
El gol fue celebrado con entusiasmo por los jugadores, mientras que en la ciudad reventaban los gritos de la gente y personas corriendo por las calles de un lado al otro, con radios en el hombro escuchando a ‘todo timbal’ el relato emotivo del locutor Édgar Perea, quien desgarraba su garganta.
Y no era para menos, el equipo se envalentonó y casi que le aplica otro ‘Maracanazo’ a los brasileños a los pocos instantes, como el de los uruguayos en la Copa del Mundo de 1950.
“Enseguida tuve un tiro que pegó en el palo, fue un tiro de cabeza y no entró. Ya han pasado tantos años hasta ahora y aún recuerdo perfectamente eso”, dijo ‘Kiko’ combinando un suave tono de lamentación con la resignación acumulada luego de tres décadas
Una historia diferente
Sin embargo, más allá de aquellos momentos de efímera pasión, alegría y esperanza, la historia que se escribió después fue la de una derrota, pues a los minutos 59 y 77, el atacante Edmar terminó de firmar una tripleta que condenó a la derrota al equipo por 3-1.
“La historia es para romperla, han pasado 34 años y Junior ahora puede hacer algo muy grande”, reflexionó Barrios sobre la nueva oportunidad que tiene el equipo ‘tiburón’ para saltar al campo de juego y comenzar a escribir en letras moldeadas por la gloria, lo que las generaciones del pasado no lograron hacer.
“Este equipo es extraordinario, Junior tiene un modelo de juego interesante. Tiene un ADN, un estilo propio que no traicionan. Juegue quien juegue, hacen la misma cosa, siempre quieren jugar en el campo del rival y lo someten. Es un equipo que siempre sale a ganar ante el contrario”, cerró ‘Kiko’.
Mientras, los recuerdos de aquel gol logrado entre Didí Valderrama y Jesús Barrios se alejan con cada segundo en la memoria de los aficionados, las esperanzas de escribir una gesta ganadora de la mano de Teófilo Gutiérrez y Yimmi Chará aumenta en los corazones de la hinchada con cada minuto. Todo se sabrá la noche de este jueves.